Tal como soy
Hace años, en Londres, había una gran concurrencia de personas eminentes, y entre los invitados estaba un famoso predicador de aquella época, César Milán. Una señorita tocó y cantó agradablemente, y gustó a todos. Después de la música, el predicador se acercó a ella y con mucha afabilidad, tacto y a la vez con intrepidez, […]