«Si oyereis hoy su voz…»
Tres veces se cita esta frase del Salmo 95:7 en los capítulos 3 y 4 de Hebreos. El llamado es a no endurecer los corazones cuando se oye la voz de Dios. El desoír a Dios y endurecer el corazón fue el gran pecado de Israel, lo cual trajo consigo incredulidad y desobediencia. El apóstol […]