El soplo de Dios
Poco después de la resurrección, el Señor, estando con los discípulos, sopló sobre ellos, y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo». El mismo soplo de Dios que fue vida en la nariz de Adán (Gén. 2:7), fue aquí, para los apóstoles el Espíritu Santo. En el Edén fue vida para el alma; aquí fue vida […]