Palabra clave: Celoso / Versículo clave: 8:2.
Zacarías es el profeta del advenimiento. Ocho visiones en una noche desvelan la providencia de Dios y su gracia para con el pueblo escogido: sus enemigos serán destruidos, sus ídolos removidos, su ciudad y templo restaurados y su Mesías revelado. A fin de disfrutar de las promesas de Dios, sus preceptos requieren ser obedecidos y la ley moral ha de ser más importante que la ley ceremonial. Entonces los ayunos se convertirán en banquetes. El Señor es celoso por los suyos: su celo, por un lado, requiere la pureza de su pueblo y, por otro, destruye a sus enemigos.
Zacarías, que junto con Hageo instó con respecto a la reconstrucción del Templo, fue, de acuerdo con la tradición, sepultado junto a él. Es probable que haya nacido en Babilonia, de linaje sacerdotal, y regresó a Jerusalén junto con Zorobabel.
El libro se divide en tres partes. Los primeros seis capítulos muestran las visiones; los dos siguientes registran la respuesta de Dios con respecto al ayuno, y los últimos seis capítulos contienen predicciones que se extienden hasta la consumación del Reino, cubriendo la expedición de Alejandro Magno, la caída de Jerusalén, la dispersión de los judíos y también su conversión, el advenimiento del Mesías, y la gran fiesta de los tabernáculos. La confederación que resiste al restablecimiento de los judíos en su propia tierra será destruida. La adoración será restaurada en pureza ideal y aun los gentiles se unirán a ella. En dos ocasiones, el Mesías es llamado el Renuevo.
Divisiones:
1. Zacarías 1-6: Visiones.
2. Zacarías 7-8: Sobre los ayunos.
3. Zacarías 9-14: El anuncio profético.