Sublime gracia del Señor,
que a mí, pecador, salvó;
perdido anduve, él me halló,
mis ojos él abrió.
Su gracia me enseñó a temer
mis dudas ahuyentó.
¡Oh cuán precioso fue a mi ser
cuando creí en Él!
En los peligros y aflicción
que yo he tenido aquí,
su gracia siempre me libró
y me guiará feliz.
En las promesas del Señor,
segura mi alma está;
mi ayuda y mi escudo es él,
hasta la eternidad.
Cuando ya cese todo afán,
a su presencia iré,
disfrutaré con mi Señor
en gozo, amor y paz.
La tierra un día ha de pasar,
y el sol no brillará;
mas el Señor que me llamó,
mi buen Pastor será.
Traducción libre del inglés.
En su versión original, «Amazing Grace», es un conocidísimo himno cristiano, escrito en 1772 por John Newton. Existen varias versiones en español.