Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.
– 2 Corintios 6:17-18.
No creo que haya ninguna doctrina más necesaria hoy en la iglesia cristiana de América que la doctrina de la separación. Hemos perdido poder, porque la línea entre la iglesia y el mundo ha sido casi borrada. Mucha gente profesa el cristianismo, pero su profesión no significa mucho; el resultado es que el mundo no sabe lo que los cristianos realmente creen.
Por cada hombre inconverso que lee la Biblia, cien nos leen a ti y a mí; y si nos ven mano a mano con los impíos no van a tener ninguna confianza en nuestro testimonio. ¿Cómo es tu vida? ¿Estás de la mano con el mundo? Si es así, ¿cómo puedes esperar que Dios te llene del Espíritu Santo?
Creo que la causa de Cristo está sufriendo más por esto que por otras diez cosas juntas. Dios no puede darnos poder, porque estamos aliados con los impíos. La alegría que satisface al mundo no satisfará al verdadero hijo de Dios, y sin embargo, cuántos de nosotros solo buscamos en el mundo nuestro propio placer.
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