No importa lo que un hombre haga, no importa cuán exitoso parezca ser, si el Espíritu Santo no es el principal energizante de su actividad, su obra desaparecerá cuando muera.
A.W. Tozer, en Manantiales de lo alto.
La oración no es un ejercicio, sino la vida misma del creyente. Cuídate de cualquier cosa que detenga el flujo de la oración. “Orad sin cesar …”. Mantén el hábito, aunque parezca pueril, de orar a Dios desde lo más profundo de tu corazón en todo momento.
Oswald Chambers, en En pos de lo Supremo.
Debido a que la iglesia, volviéndose hacia la religión naturalista, proclama cada vez más un evangelio humanista, millares tanto de laicos como de clérigos están planteando significativas preguntas acerca del propósito y la misión de la Iglesia. Millares de fieles miembros de Iglesias están empezando a reunirse en grupos de oración y clases de estudio bíblico. Multitudes de cristianos dentro de la Iglesia están avanzando hacia un punto en el cual pueden rechazar la institución que llamamos iglesia. Están empezando a buscar formas más simplificadas de culto. Tienen sed de una experiencia personal y vital con Jesucristo. Quieren una fe reconfortante y personal.
Billy Graham: El mundo en llamas.
Se afirma con frecuencia que no es fácil creer que Dios existe. Mi opinión es totalmente opuesta. Yo declaro que es la cosa más fácil de la vida humana creer en Dios. No se requiere ningún esfuerzo. El Esfuerzo se requiere para no creer, pero no para creer. Es imposible concebir un reloj sin un relojero. Si se aplica el principio al universo, el argumento es aún más válido, porque es infinitamente más complejo que el reloj; y la ciencia va mostrando cada día que el universo es mucho más complejo que lo que pensaban nuestros padres. Es, pues, fácil creer en Dios.
G. Campbell Morgan: Los triunfos de la fe.
Sólo cuando el alma renuncia a sus propios pensamientos y los pensamientos humanos respecto a lo que es religión, y se entrega sincera, humilde, alegre y pacientemente a la enseñanza de la Palabra por el Espíritu, el Padre hará su bendita obra de poda y limpieza de toda la naturaleza del yo, que se mezcla con la obra e impide obrar al Espíritu.
Andrew Murray: La vid verdadera.