El autor muestra aquí su particular visión de una Babilonia literal en el tiempo del fin.

Al estudiar la gran estatua vista por Nabucodonosor surgen varias preguntas, especialmente si usted conoce la historia. Por un lado, usted agradece a Dios por ser ese un esbozo tan preciso de la historia; por otro lado, queda intrigado con una pregunta. Para responderla, usted necesita de luz sobre esa gran imagen. ¿Cuál es el punto clave del enigma?

Ese es un buen tópico para que los jóvenes estudien. Si quiere estudiar la Biblia, usted precisará ejercitar su mente. Usted necesita ser claro, necesita tener claridad mental para descubrir los hechos.

Si usted conoce la historia, sabe que, cuando Nabucodonosor surgió, o sea, cuando esta cabeza de oro apareció, el Imperio babilónico ya existía hacía más de 1500 años. ¿Por qué, entonces, solamente Nabucodonosor es considerado la cabeza de oro?

Segunda pregunta: la historia de Persia es tan antigua como la de los babilónicos. Ciro fue sólo uno de los famosos reyes del Imperio Persa. Ese imperio tuvo otros reyes mayores que Ciro. Entonces, ¿por qué solamente la época de Ciro es considerada el pecho de plata? Igualmente, en la historia de los griegos, hubo otros grandes emperadores griegos además de Alejandro Magno. Pero, cuando Alejandro conquistó el mundo, la Biblia dice que el vientre de bronce comenzó. ¿Cómo responder estas preguntas?

Lo interesante es lo siguiente: al estudiar cuidadosamente, usted descubre que todos esos imperios comenzaron a formar parte de esa imagen cuando estaban conectados con una ciudad literal. Entonces es posible hacer la conexión del capítulo 3 de Daniel con el capítulo 17 de Apocalipsis. Recuerde: existen dos Babilonias: una es el misterio –la gran Babilonia; la otra es la Babilonia literal –la ciudad.

Babilonia es una ciudad real localizada a 90 kilómetros al sur de Bagdad. Localice Irak en el mapa y su capital Bagdad. Si va desde Bagdad hacia el sur le va a tomar una hora en automóvil para llegar a la antigua ubicación de la ciudad de Babilonia.

Los diferentes imperios, Persa, Griego y Romano están, de alguna forma, conectados con la ciudad de Babilonia. Fue así que comenzaron a formar parte de aquella gran imagen. El hecho histórico es el siguiente: cuando Nabucodonosor hizo de Babilonia la capital de todo el imperio, entonces él se convirtió en la cabeza de oro.

Ciro, rey de Persia, vino de la región de Irán. Esa es una región muy hermosa. En Irán había muchas ciudades hermosas. Una de las reinas de Irán se casó con el rey de Babilonia. Babilonia no tenía nada; era simplemente una planicie en Mesopotamia. Pero aquella reina vino de Irán, donde había un paisaje muy hermoso. Después de casarse con el rey de Babilonia, la reina sintió mucha nostalgia por su tierra natal, y quiso regresar. Entonces el rey de Babilonia le dijo: «No; usted no se va a ir. Le construiré un lindo jardín. Yo le daré todo lo usted desee». Entonces construyó aquellos hermosos jardines colgantes. Había canales que llevaban el agua hasta la cumbre de la torre. No sabemos cómo fueron hechos esos canales, ni cómo transportaban el agua hasta la cima. Pero esa es la historia cómo fueron construidos los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Ahora, si usted fuese emperador del imperio persa y conquistase el mundo, ¿dónde establecería su capital? Claro que en Persia. Sin embargo, es extraño que Ciro haya convertido a Babilonia en capital del Imperio Persa. De esa forma surgió el imperio de plata.

Alejandro Magno vino de Occidente. Él era natural de Grecia. Después de conquistar el mundo entero, para nuestra sorpresa, hizo de Babilonia la capital de todo su imperio. Toda vez que un imperio tiene conexión con la ciudad literal de Babilonia, entonces ese imperio forma parte de la imagen vista en el sueño de Nabucodonosor.

La relación de la ciudad de Roma con la ciudad de Babilonia

Llegamos al cuarto imperio, el Imperio Romano. De acuerdo con la historia, el Imperio Romano, tuvo a Roma como capital. Pero cuidado: necesitamos usar el lenguaje bíblico, principalmente cuando se trata de Apocalipsis. Muchos estudiosos de la Biblia creen que la Babilonia mencionada en Apocalipsis es un código que, en realidad, se refiere a Roma. Ellos creen que el 666, de alguna forma, se refiere al Imperio Romano. Como en aquella época los judíos cristianos estaban viviendo bajo mucha presión, ellos nunca mencionaban públicamente la palabra ‘Roma’. Entonces usaban el nombre Babilonia como un sustituto. Por ejemplo, Juan, al referirse a la ciudad de Roma, dice: «la mujer sentada sobre siete colinas». Ese es un lenguaje simbólico usado en Apocalipsis. Por esta razón, muchos estudiosos de la Biblia creen que el capítulo 17 de Apocalipsis se refiere a la Roma religiosa y el capítulo 18 a la Roma política.

Si estudia Apocalipsis, sin duda usted descubrirá que el Espíritu Santo realmente usó la palabra ‘Babilonia’ para sustituir la palabra ‘Roma’. Nadie se atrevía a decir, o escribir, «el Imperio Romano está cayendo». Sólo la Biblia menciona la caída de Babilonia. Ese era un gran aliento para los cristianos de la época. El apóstol Pedro envió saludos para Babilonia. Los estudiosos de la Biblia creen que esta Babilonia que Pedro menciona era Roma.

Recuerde: el sistema religioso había cambiado de Oriente hacia Occidente; pero, a los ojos de Dios, Roma y Babilonia están bajo el mismo principio. Por esta razón, nuevamente usted ve que en el lenguaje profético Roma y Babilonia son intercambiables. Ese es el cuarto Imperio.

La ciudad de Babilonia y su relación con los tiempos del fin

Cuando llegamos a los tiempos del fin, en el capítulo 18 de Apocalipsis, hay algo muy interesante. Las personas se preguntan: ¿Cómo los diez dedos entran en esa imagen? ¿Cómo ese imperio está conectado con la ciudad literal? ¿Es la Babilonia oriental o la Babilonia occidental? Esa es una pregunta interesante. El hecho es que ese imperio forma parte de esa imagen. Un estudioso de la Biblia hizo la siguiente pregunta: ¿Será posible que ese cuarto imperio sea el Imperio Romano reavivado al final de los tiempos? Sí, ese Imperio Romano reavivado va a incluir las diez naciones de Europa. Hoy, lo que más se aproxima a esos diez dedos es la Comunidad Europea. En el tiempo del fin, habrá una entidad política mundial, no limitada solamente a Europa.

Al estudiar Apocalipsis, usted descubrirá que el dominio del Anticristo será mundial –de Oriente a Occidente – y que el mundo entero seguirá a la bestia. Según Apocalipsis 13, finalmente el anticristo conquistará el mundo entero. ¿Dónde quedará la capital de ese imperio? Alguien ya sugirió que Babilonia, la ciudad literal, será la capital de ese imperio mundial. Esa es una interpretación que a mí no me satisface.

Creo que cuando lleguemos al final de los tiempos, de alguna manera eso estará conectado con la ciudad de Babilonia. Esta es exactamente la ciudad mencionada en Apocalipsis 18. Eso significa que, antes del regreso del Señor, habrá una gran ciudad a las márgenes del río Éufrates, será una gran ciudad localizada en medio de Irak. En esa ciudad habrá un gran volumen de transacciones comerciales. Por esa razón, al estudiar los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis, usted descubrirá la diferencia entre esas dos Babilonias.

«Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego» (Ap. 17:16). Estos diez cuernos son exactamente los mismos diez dedos de los pies de la imagen de Nabucodonosor. Esas son las diez naciones bajo el liderazgo del Anticristo. Y la Biblia dice que ellas aborrecerán, devastarán y despojarán a la gran ramera y le comerán las carnes y la consumirán a fuego. Ese texto se refiere al misterio – Babilonia. Eso sucederá exactamente antes de los tres años y medio de tribulación. La razón de eso nos es dada en Apocalipsis 17:17: «Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso; ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios».

Después que esa mujer estuviere desolada, el anticristo asumirá el poder. Las diez naciones le darán el poder a él, y entonces asumirá la dictadura. Pero, antes de llegar a ese punto, él necesita usar esa religión mundial para obtener el poder. Usted sabe que el anticristo es anti-Cristo, y no cree en Dios en ninguna forma. Él usará la religión al comienzo, pero después, la devastará. Entonces «el misterio Babilonia» caerá antes de la Gran Tribulación. Eso sucede en el capítulo 17, y usted ve cómo esos reyes aborrecen a Babilonia. Pero, en el capítulo 18:9 está escrito: «Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio». En el capítulo 17, ellos aborrecen a Babilonia. Pero, en el capítulo 18, usted tiene otra Babilonia totalmente diferente; ellos lloran y se lamentan sobre ella.

En el versículo 10 leemos: «Parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!». Esa es una ciudad literal, en caso contrario el Espíritu Santo no usaría tal lenguaje: la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte. «¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?» (Ap.18:18b).

No es posible espiritualizar esta parte de las Escrituras; es imposible afirmar que este pasaje hace referencia a una Babilonia espiritual. No se puede decir que Babilonia aquí representa a la Roma política. La Biblia dice: «¿Qué ciudad era semejante a la gran ciudad de Babilonia?». De esa forma podemos ver que esa ciudad surgirá al final de los tiempos, se tornará una metrópoli antes del regreso del Señor. Pero la Biblia también habla de su destrucción: «Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas» (Ap.18:17a).

En Apocalipsis 18:11 se nos dice: «Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella…». Eso significa que el mundo entero hará comercio con esta ciudad. Incluso, en una hora esa ciudad será destruida, y el mundo entero va a lamentar. «¡Qué pena! ¡Ah, una ciudad tan poderosa! ¡Una gran ciudad comercial!». Un día, en Irak, habrá una ciudad como es hoy la ciudad de Nueva York. Ellos comercializarán sus mercaderías con los países del mundo entero. La Biblia nos dice, en Apocalipsis 18:12-13, qué mercaderías habrá en esa ciudad: «Mercaderías de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres».

Al leer estos versículos, ¿usted puede creer que sea una descripción simbólica? El Espíritu Santo describe cuidadosamente los detalles de esa ciudad; ella es sin duda una ciudad literal. Y no sólo eso, entre todas esas mercaderías, los ítemes más importantes son los dos últimos: «…y esclavos, almas de hombres».

En la versión griega del Nuevo Testamento, ese pasaje está escrito: «…cuerpos de hombres y almas de hombres». La Babilonia negocia el petróleo con el mundo. ¿Y qué tienen los otros países? ¿Qué tienen Sudán o Egipto, por ejemplo? Tienen mano de obra. Por esa razón, muchos sudaneses y egipcios fueron y continúan yendo a trabajar a Irak. Pero llegará el día en que no solamente los cuerpos humanos van a estar entre las mercaderías, sino también las almas de los hombres. Alma significa sabiduría, inteligencia, conocimiento.

Al final de los tiempos, Babilonia enviará un fax para Japón, por ejemplo, donde el 95% de la gasolina consumida proviene del Golfo Pérsico. Dirán a los japoneses: «¡Hagamos negocios! ¿Qué tienen ustedes para darnos a cambio?». Los japoneses no tienen materia prima, no tienen mano de obra como Sudán o Egipto. Pero tienen computadores, inteligencia artificial, tienen tecnología, conocimiento. De esa forma, uno ayudará al otro.

Un día, según la Biblia, antes del regreso del Señor, habrá una gran ciudad en la tierra, una ciudad como Nueva York, una gran ciudad comercial, ubicada en Irak; será la ciudad de Babilonia. Las naciones serán obligadas a hacer negocio con ella; de lo contrario, sufrirán. Así esa ciudad acumulará riquezas.

Ahora tenemos una pregunta: sabemos que esa ciudad históricamente fue destruida. Pero, según el capítulo 18 de Apocalipsis, habrá tal ciudad, y esa ciudad será destruida en una hora en la última página de la historia de la humanidad. De esa forma, vemos que hay dos Babilonias: una cae antes de la Gran Tribulación, la otra cae después de la Gran Tribulación. Una es Babilonia simbólica, y la otra es una Babilonia literal. Entonces, cuando los diez dedos de los pies comiencen a formar parte de la imagen, significa que estamos al final de la historia de la humanidad. Babilonia se convertirá en uno de los centros importantes del mundo.

Según el profeta Zacarías, el sistema religioso surgió en Babilonia; después fue a Occidente, para Roma. Un día ese sistema religioso volverá a tener su centro en Babilonia. Estudie el capítulo 5 de Zacarías, allí está tan claro, la mujer sentada dentro del efa es la misma mujer del capítulo 17 de Apocalipsis. Ella será enviada para la tierra de Sinar. Y la Biblia dice: «lo pondrán sobre su base». La religión vino de Babilonia, entonces el centro de la religión volverá nuevamente a Babilonia. Ese es un punto importante. El centro religioso y el centro comercial estarán en Babilonia. Es eso lo que la Biblia describe. Pero, en cuanto al centro político, no concuerdo con algunas interpretaciones que afirman que el centro político también tendrá su sede en Babilonia.

El problema es el siguiente: si Babilonia también se convierte en el centro político, entonces los diez dedos de esta imagen no pueden ser mitad de barro y mitad de hierro. Ellos tienen que tener el color del oro. Por esa razón, descubrimos que el poder del Medio Oriente, como Irak, se volverá importante, pero no será tan importante políticamente. Según la Biblia, allí estará el centro del sistema religioso. Babilonia ejercerá una influencia definida.

La ciudad de Babilonia será reconstruida

Cuando vemos aquella gran estatua, hacemos una pregunta: ¿La ciudad de Babilonia será reconstruida? La historia nos relata que esa ciudad fue destruida. Algunas personas, cuando predican el evangelio, acostumbran a usar Babilonia como ilustración. Ellos dicen que ahora no hay nadie allí. Algunos cristianos son muy valientes y dicen: «Mi amigo, si usted ve a Babilonia reconstruida, yo quemo mi Biblia». ¡Cuidado! Usted tiene que tener cuidado con esa interpretación de la profecía. Hoy, aquella ciudad está siendo reconstruida. ¿Va usted a quemar su Biblia? ¡No! Por esta razón tenemos que volvernos a la Palabra de Dios – necesitamos estudiar la Palabra de Dios.

Entonces, ¿la ciudad de Babilonia será reconstruida o no? La respuesta es sí. Primero, según Zacarías 5, aquella mujer será enviada de vuelta a la tierra de Sinar y su casa será reconstruida. Entonces Babilonia será reconstruida. Si, en Apocalipsis 18, tenemos una ciudad literal, entonces esa ciudad tiene que ser reconstruida.

Veamos un pasaje de Isaías que acostumbramos a entender incorrectamente. Profecía contra Babilonia: «Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios». Si esta Babilonia se refiere a la Babilonia de la historia, entonces este pasaje aún no se ha cumplido. ¿Usted sabe cómo Sodoma y Gomorra fueron destruidas? En una hora todo fue destruido. Pero ¿cómo fue destruida la Babilonia histórica? Después que el general Ciro entró en ella; él no la destruyó. Según la profecía bíblica y según el propio relato histórico, todo el pueblo de Babilonia quería huir de aquella ciudad. Pero Daniel no huyó. Los judíos nunca huyeron. Además, Ciro hizo de aquella ciudad una gran capital. Alejandro Magno también hizo de Babilonia la capital de su imperio. Más tarde, poco a poco, Babilonia fue siendo destruida. Eso es verdad.

Si usted hubiese visitado Babilonia hace quince años atrás, usted hubiese encontrado allí sólo ruinas, habría visto algunas palmeras a orillas de aquel río, habría visto los destrozos aquí y allá, y el viento soplando. Es verdad que esa Babilonia está en ruinas, pero ella no fue arruinada en una hora.  Cuando la Biblia dice: «Será como Sodoma y Gomorra», no se refiere a la Babilonia histórica, sino a la Babilonia del final de los tiempos. Si usted continúa leyendo el capítulo 13 de Isaías, usted encontrará muchas de las profecías con respecto a Babilonia que no fueron cumplidas. Estas profecías están entre aquellas veinte profecías que aún no han sido cumplidas.

Si lee los capítulos 13 y 14 de Isaías, entonces usted descubrirá que, después que Babilonia es destruida, el pueblo de Israel entrará en su descanso. Eso aún no sucedió con la Babilonia histórica. En Jeremías hay algunas profecías respecto de la historia de Babilonia, pero en Isaías 13, el texto se refiere a la Babilonia al final de los tiempos, no a la Babilonia histórica conquistada por Ciro y por Alejandro Magno.

El juicio de la Babilonia literal

Al leer el capítulo 13 de Isaías, usted descubre que la ciudad de Babilonia no es meramente una ciudad. Leyendo el versículo 1, usted piensa que es una visión, porque se refiere a un poder al final de los tiempos; se refiere al surgimiento de un poder en el Medio Oriente antes del regreso del Señor. ¿Cómo podemos saber eso? Usted sabe que en un día Dios juzgará a Babilonia y el reunirá los ejércitos del mundo entero para luchar contra Babilonia. Habrá una batalla del mundo entero contra ella. En Isaías 13:2-4 encontramos la descripción de esa batalla. ¿Contra quién es esa guerra? Contra la Babilonia, contra el poder del Medio Oriente en el tiempo de fin. ¿Quién dice que no se puede encontrar a los Estados Unidos en la Biblia? Lea lo que dice el versículo 5. ¿A quién se refiere «lejana tierra, de lo postrero de los cielos»? Aquí hay aviones, uno detrás de otro, enviando muchos soldados para el Medio Oriente: «Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra» (Is. 13:5).

Puede ser que alguien piense: «Ah, este texto se refiere a esta guerra en el Golfo Pérsico. Es la guerra del 15 de enero (1). Todos los ejércitos congregados son los amigos americanos que vienen de la extremidad del cielo». Debemos tener cuidado; si continúa leyendo, usted verá que no sabemos cuando eso va a suceder: «Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso» (Is. 13:6). Es el día de Jehová. Eso se refiere a una Gran Tribulación. Por eso creemos que habrá una guerra entre el mundo entero y Babilonia.

«Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor» (Is. 13:10). Si comparamos este pasaje con Mateo 24, entonces sabremos que eso se refiere al período de la Gran Tribulación. De acuerdo con este pasaje, sabemos que el poder babilónico renacerá. Según la Palabra de Dios, usted descubre que en el día del Señor algo así va a suceder.

Resumido de Grandes profecías da Bíblia, Vol.I.
 
(1) Este mensaje fue impartido a comienzos de enero de 1991.