Y parte [de la semilla] cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra; y en seguida brotó, porque no tenía profundidad de tierra; y cuando salió el sol, se quemó; y por no tener raíz, se secó”.
– Marcos 4: 5-6.
¿Qué es la raíz? Es el crecimiento debajo de la tierra. ¿Qué son las hojas? El crecimiento por encima de la tierra. La raíz es la vida oculta; las hojas son la vida manifiesta. El problema con muchos cristianos es que, mientras hay mucha vida aparente, hay muy poca vida secreta.
Si tú has sido cristiano por varios años, ¿cuánto de tu vida es desconocido para los demás? Tú enfatizas las obras exteriores. Sí, las buenas obras son importantes; pero aparte de esa expresión manifiesta de tu vida, ¿cuánto de ella permanece oculto? Si toda tu vida espiritual está expuesta, entonces tu crecimiento es hacia arriba, y como no hay crecimiento hacia abajo, te falta raíz.
El discurso del Señor Jesús en el Monte fue muy notable. Por un lado, él dijo: “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat. 5:14-16). Por otra parte él dijo: “Mirad que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos…. Cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto… Cuando ores, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto” (Mat. 6.1-6).
Por una parte, si eres cristiano, debes salir a la luz y hacer una profesión pública; por otra, hay virtudes que debes preservar de la mirada pública. El creyente que hace alarde de todas sus virtudes no tiene profundidad, y, porque carece de raíz, no podrá resistir en el día de la prueba y la tentación. Pidámosle a Él que nos muestre hasta qué punto nuestras experiencias han quedado expuestas a la vista, y pidámosle también que obre en nuestras vidas de tal manera que asegure que seamos profundamente arraigados en Él.
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