Apenas el Señor comenzó su ministerio, dejó a Nazaret y se trasladó a la vecina ciudad de Capernaum. Allí estableció su centro de actividades.
Capernaum fue la ciudad que más le tuvo. Sus calles le vieron pasar muchas veces, ya cansado por el viaje agotador, ya renovado por un merecido descanso. Para los vecinos de la ciudad, el rostro de Jesús era familiar, y sus milagros llegaron a ser asunto cotidiano, tanto, que ya no sorprendían a nadie.
Capernaum fue honrada en grado sumo, tanto como ninguna otra ciudad antes ni después. Por eso, el Señor le dijo: “Eres levantada hasta el cielo” (Mat. 11:23).
Sin embargo, la frase del Señor no termina ahí: “Hasta el Hades serás abatida”. De un extremo de la exaltación baja al otro extremo de la degradación. De la cumbre más alta al abismo más espantoso. ¿Por qué?
El Señor mismo nos da la respuesta: “Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy”. Capernaum tuvo una dicha que Sodoma no tuvo; pero tiene una responsabilidad que aquélla tampoco recibió.
La responsabilidad es proporcional a la honra. Y Capernaum no fue fiel a la honra que se le confirió. Los milagros de Jesús allí no surtieron efecto en el corazón. Ellos le dieron la razón a Abraham, en aquella historia del rico y Lázaro, cuando dijo: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos” (Luc. 16:31). Los milagros no pueden operar en el corazón más de lo que opera la persuasión por la Palabra de Dios.
Concluye Jesús: “Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti”. El fin es espantoso, lapidario. ¿Qué quedará de la honra conferida a Capernaum? Sólo una humareda, testigo de los justos juicios de Dios.
Mas a nosotros no debe espantarnos tanto la suerte de Sodoma, como la propia nuestra si no creemos al Hijo de Dios. ¿Cómo escaparemos nosotros, si a más de las palabras del Señor que nos juzgarán en aquel día, obrará también en contra nuestra el ejemplo de Capernaum?