Divulgación en Colombia
He ido conociendo la visión de la iglesia, leyendo a siervos como Watchman Nee, y por intermedio de un amigo los conocí a ustedes. Quisiera saber si a futuro algunos hermanos podríamos imprimir las publicaciones sin alterar contenidos y respetando la propiedad intelectual, para divulgación en nuestro medio. Bueno, o si la dirección de Dios para ustedes en este sentido es distinta, muy receptivo esperaré la respuesta.
Pablo Andrés Moyano, Colombia
Himnos
Quiero decirles (desde hace varios meses quería hacerlo) que los himnos que encontré en su maravillosa y completa página han sido de mucha bendición para mí. He leído y descargado varios mensajes, además de muchos himnos. Realmente estoy agradecido con Uds. al poner a nuestro alcance tanto material de excelente calidad. Que Dios, a quien tan fielmente sirven, bendiga sus vidas, familias y ministerio.
Guillermo Pérez, El Salvador
En biblioteca
Nuestra Iglesia ha sido muy bendecida por esta revista y en nuestro boletín siempre sale alguna publicación de ustedes. No hay palabras para describir el gozo de los hermanos cuando hemos podido reproducir la revista para que la lean en nuestra Biblioteca. Espero que un día Dios les pueda mostrar la profundidad de la obra que están haciendo. Dios bendiga este ministerio, que con toda seguridad es de Él y no de hombres.
Enrique Maestri, Cuba
En serio
Estaba buscando un libro en Internet y he encontrado vuestra Web. Me gustaría felicitaros. Me ha parecido muy buena. Formo parte de un grupo de jóvenes católicos de mi pueblo. Mis compañeros del grupo («Renati sunt ex aqua et spiritu sancto», nos llamamos así) han alucinado cuando les he contado algunas cosas que miré de la revista. Es que por aquí la gente no va tan en serio como vosotros (no sé si me explico, pero no sé hacerlo mejor); sin embargo, a nosotros nos gustan las cosas más auténticas.
Marta Barquero, España
El lugar del Señor
Les doy las gracias porque sus publicaciones han sido una bendición, y damos gloria al Señor porque veo en sus libros un genuino deseo de que el Señor tome el lugar que le corresponde en su iglesia, porque el es el dueño de la misma.
Octavio de los Reyes Trejo, México