Palabra clave: Reino / Versículo clave 27:37.
Este Evangelio es reconocidamente hebraico en su forma, y es el real inicio del Nuevo Testamento, conectándolo con el Antiguo. El Nuevo Pacto surge del Antiguo; siendo así, la genealogía de Cristo es trazada desde Abraham y David. La historia mesiánica cumple las profecías sobre el Mesías; de ahí las frecuentes referencias a las predicciones. El Profeta, Sacerdote y Rey, presentado en las profecías, ceremonias y tipos del Antiguo Testamento, es el Mesías.
Mateo escribió en Palestina, para las ovejas perdidas de la casa de Israel. Él pone la genealogía de Cristo al principio. En la Biblia, la unidad es la familia. Los judíos daban gran importancia al árbol genealógico cuidadosamente trazado, y había un linaje definido del cual el Cristo debería descender. Sin embargo, aun en el linaje santo hallamos extranjeros, gentiles y pecadores, pues él vino para salvarlos, y así él condescendió a identificarse con ellos.
Entre Abraham y Cristo hay tres veces “catorce generaciones”, lo que corresponde al número 42, el número de estaciones por las cuales pasó el pueblo de Israel en el desierto. Empezando desde Abraham, el pueblo peregrino de Dios nunca halló un lugar de descanso, hasta que encontraron a Jesús.
Mateo prueba el mesianismo de Cristo y, por tanto, su reinado como Hijo y sucesor de David. Por esta razón es dada preeminencia al reino de los cielos: su proclamación por Juan el precursor, y después por Cristo; las bienaventuranzas de este reino, las condiciones para entrar en él; las siete parábolas del Reino, que desvelan sus misterios (capítulo 13), y las otras tres, que muestran las fases de la Segunda Venida (capítulo 25).
Por esta razón, también el carácter real de Cristo es trazado desde su nacimiento y adoración por los sabios, pasando por su noble triunfo sobre el tentador, por su discurso sobre las leyes del reino, sus milagros majestuosos, hasta su transfiguración, siendo éste el evento central, revelando la gloria del Rey mesiánico en su plenitud. Desde este punto en adelante, poco es hecho o registrado para probar la dignidad y la divinidad de su persona, y él empieza ahora a mostrar la doctrina de su obra redentora y su resurrección (16:21).
Divisiones:
1. Mateo 1:1 a 4:16. Desde el nacimiento de Cristo hasta su ministerio público.
2. Mateo 4:17 a 16:28. Su ministerio público hasta su transfiguración.
3. Mateo 17:1 a 28:20. Desde la transfiguración hasta su última ordenanza.