Claves para el estudio de la Palabra.
Palabra clave: Obediencia · Versículo clave: 10:12-13.
Este es el libro de la segunda ley. Como las primeras tablas fueron quebradas y sustituidas, así también la ley quebrada fue enfatizada por la repetición. La palabra «recuerda» ocurre cerca de 18 veces, y la liberación de Egipto es constantemente recordada como motivo de obediencia. (Compare con 5:15). A Israel, próximo ya a poseer la tierra de Canaán, se le recuerda que esta es la condición para la entrada y permanencia. Antes de entregar esa nueva generación bajo la responsabilidad de Josué, Moisés repite la ley moral.
El capítulo central es el 29, es el pacto con Dios. Allí, en pocas palabras, Moisés abrevia el tema central del libro como un todo.
Cuatro apelaciones a Israel componen la mayor parte de este libro. Y son presentados siete principios de obediencia: 1. La paternidad de Dios y su derecho de propiedad sobre su pueblo; 2. El deber de separarse para él y para su adoración; 3. La adoración debe ser localizada y centralizada; 4. Todas las reliquias idólatras deberían ser destruidas; 5. Todos los hechos de idolatría serían tratados como traición contra Dios y castigados como delitos dignos de muerte; 6. Todas las relaciones éticas serían reguladas por la ley de Dios; 7. La fraternidad del hombre sometida a la paternidad de Dios.
Siendo este el libro de la obediencia, las palabras «mandamiento», «estatutos», etc., se encuentran aquí con mayor frecuencia que en cualquier otro libro excepto los Salmos. La ley debería ser inscrita en el Monte Ebal, el monte de la maldición, pues el fin de la ley es la condenación. La obediencia que el hombre puede rendir, asegura sólo un bien temporal; consecuentemente, entre las bendiciones pronunciadas, no encontramos vida eterna. (Compare con 28:1-13).
La profecía sobre el advenimiento del gran profeta, en 18:15-19, se refiere, en último análisis, a Cristo. (Hechos 3:22-23). Él actúa sólo como mediador, organizador y administrador de la casa de Dios; él sólo cumple la previsión y la expectativa que eso inspira, y reivindica la obediencia implícita aquí ordenada. Es digno de nota que Sus tres respuestas a Satanás en la tentación, son todas flechas lanzadas de la aljaba de este libro; 8:3; 6:16; 6:13.
Tres fiestas son ordenadas, capítulo 16:1-7: La Pascua, el Pentecostés o fiesta de las semanas, y la Fiesta de los Tabernáculos. La Pascua es la primera, pues la base de la relación del creyente con Dios está en la redención por la sangre. Pentecostés era la recolección de las primicias, y la Fiesta de los Tabernáculos era la recolección completa de la cosecha. Juntas ellas tipifican una Redención Completa: primeramente, por la pasión de la cruz; en segundo lugar, por la venida del Espíritu Santo; en tercer lugar, por el triunfo final del Rey que viene; o sufrimiento, gracia y gloria.
Este libro está lleno de ricas lecciones morales y espirituales. La Ley es recapitulada, reforzada a la luz de la experiencia, tanto de misericordia como de juicio, no por el lado teórico, sino por el lado práctico (30:15, 16).
Divisiones:
1. Dt. 1-4: Resumen del vagar en el de-sierto.
2. Dt. 5: Repetición del Decálogo.
3. Dt. 6-26: Leyes, etc., como la conducta en Canaán.
4. Dt. 27-28: Bendiciones y maldiciones.
5. Dt. 29-30: Pacto con Dios.
6. Dt. 31-32: Exhortación y el «cántico» de Moisés.
7. Dt. 33: Su «bendición» final.
8. Dt. 34: Narración complementaria sobre la muerte de Moisés.
Tomado de «Chaves para o estudo da Palabra».