Claves para el estudio de la Palabra.
Palabra clave: Reino · Versículo clave: 1 Samuel 10:25.
Estos dos libros forman uno solo en hebreo, y en las versiones inglesas antiguas formaban, con los dos siguientes, cuatro libros de Reyes. La historia cubre cerca de 120 años y trata principalmente de Samuel, Saúl y David. La idea predominante es el Reino: su naturaleza, renovación y división; su transición de Saúl, el apóstata, su liberación de Absalón, el usurpador, y su establecimiento en las manos de David. El nombre «Mesías» se encuentra aquí por primera vez (1 Sam. 2:10).
Samuel nació cuando reinaba la anarquía. Elí, sumo sacerdote y juez, estaba muy viejo y débil para refrenar a sus propios hijos. Este niño «pedido a Dios», mientras servía en el tabernáculo en Silo, oyó de Dios el juicio a la casa de Elí, y en él la visión profética fue reavivada. Como juez y profeta, él enfatizó la obediencia más que los sacrificios. En la vejez desafió a todo Israel a hallar en él una brecha en la piedad y honestidad, pero sus hijos no estaban aptos para sucederlo. En su clamor por un rey, la petición no era de fe. Dios concedió su petición, pero envió sequedad a sus almas.
Saúl, el primer rey, era una buena persona. Su mérito y modestia vencían hasta a sus enemigos, pero dos años después comenzó la apostasía. Su necedad en Gilgal, y su falsedad y rebelión en la guerra con los amalecitas culminaron en su rechazamiento. Su declinación fue rápida, poseído por un espíritu malo, y esclavizado por pasiones perversas. Él cazó a David como un pájaro e intentó matar a su propio hijo. Olvidado por Dios, él buscó en Endor una de las hechiceras que había expulsado de Israel. Una aparición de Samuel le alertó sobre su muerte, y de hecho cayó al día siguiente por su propia mano.
David, su sucesor, fue ungido tres veces; primero en Belén, secretamente; después en Hebrón, sobre Judá; y finalmente sobre Israel. Antes de tener el reino, mató a Goliat, el gigante filisteo, y se tornó amigo íntimo de Jonatán.
2 Samuel comienza con David lamentando por Saúl y Jonatán. Abner, capitán de Saúl, proclama a Is-boset, hijo de Saúl, rey, y por siete años y medio el reino de David estuvo limitado en Judá. Entonces Abner se pasó para el lado de David y fue muerto por Joab, e Is-boset fue muerto. David fue hecho rey de todo Israel con acuerdo unánime, teniendo por capital a Jerusalén.
La retribución poética encuentra ejemplos en la historia de Saúl; también en la de David, cuyo gran pecado trajo juicio sobre su propia cabeza, con la muerte del niño de su pecado, con el incesto de Amnón y Absalón. La obediencia implícita es reforzada. El intento de David de traer el arca de vuelta en un carro de bueyes causó la muerte de Uza; tres meses después ella fue transportada en los hombros de los levitas como Dios había ordenado. El arrepentimiento genuino es ilustrado. La culpa del adulterio, traición, asesinato pesó grandemente sobre David. La parábola que Natán contó sobre la oveja, precipitó el sentir de tristeza piadosa que irradia el Salmo 51. La gracia es ilustrada en el trato que David dio a Absalón y a Mefi-boset, y en el juicio que cesó en la era de Arauna, donde sería levantado el templo como altar de expiación.
Tomado de «Chaves para o estudo da Palabra».