Revista 20 / Marzo – Abril 2003
Hacia la madurez El propósito de Dios con los hombres no es sólo hacerlos salvos, sino una vez salvos, edificarlos en el cuerpo, que es la Iglesia, hasta que todos lleguen a la madurez, a la estatura de la plenitud de Cristo. Esta obra de edificación –“santificación”, “madurez”– en el cuerpo es una preparación de […]