No se puede detener
La revista Aguas Vivas es de mucha utilidad espiritual para mí y mis amigos, a quienes la facilito para lectura. Quiero estimularles a continuar con este propósito. Ciertamente, muchos hermanos son edificados. Este trabajo no se puede detener. Dios bendiga grandemente la obra que ha puesto al cuidado de ustedes.
Solange Meri Colzani de Borba, Caxias Do Sul (Brasil).
El privilegio de seguir adelante
Estamos muy agradecidos al Señor por concederles el privilegio de seguir adelante en este ministerio, no según la tradición ni la opinión del hombre, sino en la voluntad de Dios. Los artículos de Aguas Vivas han sido muy fructíferos en Tuxtla Gutiérrez (México), y han sido aguas refrescantes en las vidas de estudiantes de la universidad allí y también de muchos otros creyentes, enseñándoles que la vida verdadera se encuentra en Cristo mismo.
Mauricio Bareford, Richmond (USA).
Cartas vivas
La revista Aguas Vivas es la bendición más grande que pueda haber venido del cielo, para la iglesia del Señor en estos últimos tiempos. Una vez más, quiero bendecirlos y dar gracias a Dios, porque ustedes son cartas vivas de nuestro buen Dios para todo el pueblo cristiano.
Pedro Luis Orrillo Flores, Lima (Perú).
Para estudio y archivo
Su revista es un tesoro que estudio con esmero y luego archivo con diligencia para futuras referencias. Desde hace años, los recomiendo incansablemente. Dirigí un Instituto Bíblico y ahí lo hice. Lo he hecho en la radio, en internet y en todo lugar. Dios está restaurando el ministerio de la palabra de Dios y ustedes son una pieza clave en todo esto.
Daniel Iván Reyes, Chihuahua (México).
Continuar el servicio
Agradezco al Señor por la revista Aguas Vivas. Su trabajo es de mucha bendición para muchos de Sus hijos. Para mí ha sido muy enriquecedor. El Señor sabe lo mucho que valorizo el trabajo que ustedes realizan. Aunque en este tiempo he tenido la oportunidad de leer otros libros, nada se compara con la gracia que el Señor ha colocado en sus manos, sin desmerecer a nadie. Oro porque puedan continuar su servicio, y que nada impida que Su Palabra corra y sea glorificada.
Sandra Soto Avasolo, Santiago (Chile).
Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios