Espíritu de Dios, ardiente fuego,
que soplas, con tu poderoso aliento,
palabras que nos limpian desde adentro.
¡Espíritu de Dios, ardiente fuego!
Levantas de cenizas nueva vida;
devuelves la salud, nos purificas.
¡Espíritu de Dios ardiente fuego!
¡Poder que nos bendice desde el cielo!
Quebrantas la dureza que aprisiona,
sacudes la pereza de mi alma.
¡Espíritu de Dios, ardiente fuego!
Enciendes corazones apagados,
irrumpes con tu luz que nos despierta.
¡Espíritu de Dios, bendito fuego!