Desde el griego
Este es el término griego para la palabra «perfeccionar» que aparece en Efesios 4:12. Aunque en español está traducida, en este texto, como un verbo (perfeccionar), en griego corresponde a un sustantivo. Literalmente Efesios 4: 12 dice: “…con miras al perfeccionamiento (katartis-mós) de los santos…”. Como sustantivo aparece sólo aquí en todo el Nuevo Testamento, aunque como verbo aparece 13 veces.
En la Reina-Valera 1960, el verbo aparece traducido de las siguientes maneras: como“remendar” (Mt.4:21); “preparar” (Rom.9:22); “unir perfectamente” (1Cor.1:10); “restaurar” (Gál.6:1); “completar” (1Tes. 3:10); “constituir” (Heb. 11:3); “hacer apto” (Heb.13:21); y “perfeccionar” (1Pe.5:10). De la gran variedad de acepciones con que aparece traducido el verbo “katartídzo” se desprende que, en resumen, las ideas principales de este verbo son: “capacitar”, “entrenar”, “equipar” y “entretejer”.
“Katartismós” (perfeccionamiento) es la gran tarea encomendada por el Señor Jesucristo a los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Estos, fueron dados a la iglesia con miras a la capacitación de los santos, para que sean los santos los que hagan la obra del ministerio y lleven a cabo la edificación del cuerpo de Cristo ¡Aleluya! Veamos, entonces, los dos significados principales que implica el “perfeccionamiento” de los santos.
Equipar o capacitar a los santos
Equipar es dotar a una persona o cosa de las herramientas necesarias para llevar a cabo una tarea determinada. Por ejemplo, la habilitación de un barco, dejándolo listo para zarpar; o el equipar, armar y formar un ejército para que entre en acción. Pues bien, el equipamiento de los santos se produce por la exposición constante de éstos a la suministración de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. De esta manera, los santos reciben la palabra que los capacita y comisiona para la obra del servicio (1P.4:10-11). De los apóstoles, los santos reciben la revelación del misterio de Dios que es Cristo (Ef.3:9; 6:19). Por los profetas, la revelación de esa palabra apostólica permanece sobre los santos de manera permanente. De los evangelistas, los santos reciben la revelación de la palabra apostólica en lo que respecta a su extensión y multiplicación (Hch.6:7; 12:24; 19:20). De los pastores y maestros, reciben la enseñanza y la exhortación de esa palabra apostólica (Tit.1:9).
Entretejer a los santos
Que los santos no sólo deben ser equipados, sino también “entretejidos”, significa que los santos deben hacer la obra del Señor en forma unida y mancomunada, esto es, como un solo ministerio y bajo una sola cabeza, Cristo (1Co.12:5). que los santos formen un todo armonioso y organizado es también parte del perfeccionamiento. En palabras de Pablo a los efesios: “que el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, reciba su crecimiento, de la cabeza que es Cristo, para ir edificándose en amor” (4:16). Un cuerpo bien coordinado (Ef.2:21), bien concertado y unido entre sí, es, pues, el resultado de haber entretejido correctamente a los santos.
Las instrucciones apostólicas claves a este respecto son: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros…” (1P. 4:10). “…y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad…” (1P. 5:5). “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…” (Flp. 2:5). “Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros” (1Cor. 12:21). “Servíos por amor los unos a los otros” (Gál. 5:13). “…que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1Cor.1:10). Amén.