…y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe».
– Hebreos 12:1-2.
En alto va la antorcha ligera y peregrina;
de bronce empuñadura, bruñida y combativa.
Así va por el mundo siguiendo al Invisible:
¡Quienquiera la levante, levanta en ella a Cristo!
En alto va la antorcha, irradia fe su lumbre;
por duros pedregales se arrima hasta la cumbre.
Algunos desmayaron, mas otros, prosiguieron:
¡Quienquiera la levante, levanta en ella a Cristo!
En alto va la antorcha, de mano en mano, viva,
tenaz en su carrera tras galardón de gloria,
a tierra prometida, a herencia venidera:
¡Quienquiera la levante, levanta en ella a Cristo!
En alto va la antorcha: hay múltiples testigos,
gran nube de creyentes sin patria ni dominio,
indignos para el mundo, prosiguen a la meta:
¡Quienquiera la levante, levanta en ella a Cristo!