Los judíos en días del Señor Jesús fueron los labradores malvados que rechazaron al Heredero, y no entregaron el fruto de la viña.
La parábola de los labradores de Lucas 20:9-19 contiene una síntesis de la obra de Dios entre los judíos. Allí encontramos cuál fue la suerte del pueblo de Israel en su relación con Dios. Cuál fue la actitud que tuvieron en cuanto labradores de la viña de Dios.
Al juzgar la conducta que tuvo el pueblo de Israel ante Dios, solemos ser muy severos, o bien, desdeñosos. Como pensando que nosotros, en su lugar, hubiéramos actuado de manera diferente.
Sin embargo, veremos que podemos estar equivocados. La parábola de los labradores malvados no sólo tenía un mensaje para los judíos en tiempos del Señor. También tiene una seria advertencia para todos los hijos de Dios hoy.
Los labradores malvados
Veamos la parábola: «Un hombre (Dios) plantó una viña (Jerusalén, Israel), la arrendó a labradores (los judíos), y se ausentó por mucho tiempo (todo el tiempo de la ley). «Y a su tiempo envió un siervo (un profeta) … volvió a enviar otro siervo (otro profeta) … volvió a enviar un tercer siervo (un tercer profeta). (A cada uno de estos siervos ellas rechazaron, golpearon, afrentaron, hirieron). «Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado (el Señor Jesucristo); quizás cuando le vean a él, le tendrán respeto».
«Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid; matémosle, para que la heredad sea nuestra. Y le echaron fuera de la viña, y le mataron (le crucificaron). ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña? «Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Dios nos libre!».
Más abajo, en el versículo 19 dice: «…los principales sacerdotes y los escribas … comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola». Los judíos se sintieron interpretados por los labradores de esta parábola; sin embargo, no tuvieron la sensibilidad para reaccionar con arrepentimiento. Ellos presintieron (al menos debieron de haber presentido) que quien estaba frente a ellos podría ser el hijo del dueño de la viña, pero no tuvieron ningún interés en averiguarlo; sólo querían sacárselo de encima.
Estaban demasiado cómodos disfrutando del fruto de la viña, tanto, que ellos quisieron quedarse con la heredad para siempre. La destrucción de esos labradores (los judíos) se produjo en el año 70 d.C. cuando el general romano Tito arrasó a Jerusalén y dispersó a los judíos.
Los nuevos labradores
¿Qué pasó con la viña de Dios, es decir con la obra que Dios había entregado a ellos, con el testimonio que había puesto en Jerusalén? El Señor dijo: «Y dará su viña a otros». En efecto, fue traspasada a la iglesia… ¡Y aquí termina la parábola! La iglesia, es decir, todos los creyentes -judíos y gentiles, pero mayoritariamente gentiles– son esos «otros» labradores a quienes Dios encargó su viña.
Nada se dice de qué suerte corrió la viña en manos de estos nuevos labradores. ¿Por qué? Porque esa historia se está escribiendo todavía. ¡Nosotros la estamos escribiendo! Al final de este día dispensacional, de esta era -la era de la iglesia- el Señor nuevamente vendrá a tomar examen a los labradores.
Esta vez, sin embargo, las cosas serán diferente a la vez anterior. ¿En qué? El Hijo del Dueño no vendrá con humildad, sino con poder; y los labradores, no serán los judíos, sino nosotros.
Ahora bien, en la versión Reina-Valera, esta parábola lleva por título «Los labradores malvados». De verdad, ¡los judíos fueron labradores malvados! Pero, ¿qué título será puesto a la segunda parte de esta parábola, la que estamos escribiendo hoy? ¿Será algo así como: «Los labradores malvados, II Parte»? ¿O será «Los labradores fieles»? ¿Diremos: ¡Dios nos libre!, como dijeron los judíos? … ¡Ellos no fueron librados! ¡Oh, amados cristianos, esto es muy serio!
¿En qué consistió la maldad de los labradores anteriores?
Los judíos en tiempos de Jesús expresaron su maldad de dos maneras: a.con respecto al hijo del dueño, a quien rechazaron y mataron. b.con respecto a la viña: no dieron fruto e intentaron apoderarse de ella.
Ahora bien, ¿cuál es nuestra actitud y conducta hoy frente a estos dos asuntos? ¿Qué estamos haciendo con el heredero de la viña?, y ¿Qué estamos haciendo con la viña? Nos conviene estar apercibidos, porque el día de la rendición de cuentas se acerca.