Revista 82 / Abril a Junio 2016

Visión que cautiva

Bendecimos al Señor por su fidelidad, porque su poderosa mano nos sostiene en tiempos en que el testimonio de Dios entre los hombres sufre violencia. Él mismo ha provisto los medios de gracia que nos permitirán permanecer en esta bendita esperanza.

“Permaneciendo en la visión celestial”, es la frase que resume el sentir del Espíritu Santo que inspiró nuestros retiros de verano en Chile. Vivimos un tiempo hermoso, donde la palabra de Dios fluyó abundantemente, trazando rumbo y confirmándonos en aquello que está implícito en la expresión paulina: “No fui rebelde a la visión celestial”.

En el camino a Damasco, no fue mucho lo que Saulo pudo ver con sus ojos físicos, pero fue mucho lo que pudo oír, de tal forma que su corazón quedó cautivo por el resto de su vida. En esta edición se enfatizará mucho acerca de poner oído atento a la bendita palabra de nuestro Señor en el día presente, pues una visión que no nos derriba a los pies de Aquel que nos habla y que no produce frutos tangibles, no puede ser la auténtica visión celestial. La vida y obra del apóstol Pablo nos hablan nítidamente de ello.

Que el bendito Espíritu de sabiduría y revelación siga alumbrando los ojos de nuestro entendimiento, para que el cuerpo de Cristo, en todo lugar, se levante con nuevas fuerzas a testificar del amor de nuestro bendito Dios y Padre, a un mundo que yace sumido en las tinieblas.