Revista 62 / Año 2010

Avanzando en Cristo

Como el pueblo de Nehemías, vivimos en tiempos de restauración y grandes necesidades. El propósito del Señor con su pueblo aún no se ha completado, y la tarea aún está inconclusa. Hay todavía mucho por hacer y reparar. Ante la magnitud de la tarea pendiente, nuestro corazón tiende a desfallecer. ¿Dónde están los recursos para una tarea tan grande? Gracias a Dios, la repuesta del Cielo es siempre la misma: en Cristo. Porque, en inmenso contraste con nuestra pequeñez y limitación, él es una fuente inagotable de recursos para su pueblo.

El gran misionero Hudson Taylor preguntaba una vez: «¿Puede Él ser rico y yo pobre?». Por supuesto, la respuesta es un rotundo No; pues él es la vid y nosotros sus pámpanos. Y la riqueza de la vid es también la riqueza de los pámpanos.

Por ello, estamos profundamente agradecidos al Señor por la oportunidad de presentar este nuevo número de Aguas Vivas a Su pueblo, con el propósito de contribuir a que el cuerpo de Cristo se vuelva cada vez más consciente de su posición, naturaleza y destino en Cristo Jesús, y se disponga a remover todos los obstáculos que le impiden apropiarse en plenitud de las insondables riquezas de Cristo, su cabeza; pues solamente así será capaz de seguir al Cordero por donde quiera que él va, y acabar su tarea en la tierra.

Entregamos esta edición con una oración que viene desde muy lejos: «…para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él» (Ef. 1:17).